Pili Egea
32 aniversario de la muerte de Salvador Dalí

-¡Salvador, Salvador!
-... -Silencio.
-¡Salvadooor..! - grito.
-Dime -me dice resignado Dalí.
-¿Cómo es la eternidad?
-¿Otra vez me lo preguntas? ¡Qué pesada! Es parecida al escenario de mis cuadros -me explica de nuevo- Huevos galácticos flotan de aquí para allá. Los relojes no marcan ni segundos ni horas. El tiempo es un concepto terrenal. De hecho ¿cuánto tiempo hace que estoy aquí? ¿Una hora?
En mis labios se dibuja una O mayúscula.
-No, Salvador. Hoy se cumplen 32 desde que te marcharte.
-Eso no es nada -me dice bajito Salvador Dalí- Nada. Eso no es nada, comparado con la eternidad que aún me queda por crear.