Pili Egea
23 de ago de 20181 min.
En las entrañas de los siglos se enciende el fuego eterno. Un mapa de sangre, de grito, de hambre, de lujuria, de pasión está encadenada a tus carnes, Dionisio. Es la cruel creación de tu divino pecado capital, aquel que fluye por tu garganta, cual vino dulce. Lágrimas, alma y cuerpo... Siempre tú, mi Dios.
Fotos: Silvia Del Barrio
Texto inspirado en el material fotográfico